Perdida de JING (esencia), DEPRESION, Acidosis, Hipoglucemia, e Hiperglucemia. SILICEA (como ejemplo homeopático).

La pérdida de Jing en nuestra alimentación va asociada a diversas causas: alteraciones emocionales, estrés, medicaciones, vacunas y dieta con alimentos refinados (azucares, harinas, etc.), provocando acidosis en sangre.
La acidificación de Xue (sangre) contribuye a una desmineralización, los órganos que proveen de reservas minerales a los órganos son El Mar de la Medula (Cerebro) y el elemento Agua (Riñón). En estos órganos se concentra toda nuestra esencia la congénita y la adquirida.
Los refinados al ser expansivos contribuyen a la fuga de Qi (energía), dañando funciones cerebrales y orgánicas. Por ejemplo un daño por desgaste de acidificación puede provocar: demencia, Alzheimer, mala respuesta en la cognición, dispersión, depresión…..etc.
Los refinados cuando se consumen provocan un efecto placentero por la subida de glucosa, originando momentos de euforia con bajones emocionales cuando al cabo de una hora aparece la hipoglucemia. Esta característica es muy común la podemos observar en el consumo exacerbado de bebidas con cafeína, azucares, dulces, lácteos, etc.
La persona pasa de hipoglucemia a hiperglucemia provocando un desajuste en el Bazo/Páncreas, generando una insuficiencia de Yin, el Bazo/Páncreas entra en estado de degeneración y contribuye al envejecimiento y oxidación del organismo, ya que su función de Transporte y Transformación de los nutrientes no envía buena Xue a los órganos.
A nivel cerebral esta insuficiencia del elemento Tierra (B/P), provoca conductas de inseguridad, sensación de no poder con pequeñas dificultades en la vida cotidiana, depresión, estados psicóticos, perdida de Jing principalmente, al bloquear con la acidosis funciones básicas el individuo disminuye su creatividad y voluntad y en general bajada de defensas físicas y emocionales.
Este exceso de Yin va a provocar que el individuo tenga picos de necesitar productos muy Yang, es decir con un alto índice de Yang(contractivas) para neutralizar, entonces forma una especie de circulo vicioso sometiendo al organismo a subidas Yin con Yang (expansión/contracción), nunca está en un moderado equilibrio, esta necesidad de Yang le hace recurrir a alimentos más acidificantes como puede ser el cerdo, carne, embutidos etc.
La miel si es de confianza, es decir que no ha sido sometida a ningún proceso puede ser el sustituto ideal así como stevia, las melazas, compotas, pasas, frutas secas en general, legumbres, cereales, verduras.
La función del elemento Tierra necesita alimentos de naturaleza dulce por eso los anteriores productos pueden ayudar a equilibrar el Yin para evitar esa necesidad de Yang en forma de carnes. El pescado por su naturaleza fría (Yin) es también un excelente nutriente.
Notaremos que al eliminar alimentos expansivos el organismo necesita menos contrarrestar con alimentos contractivos. Nuestra esencia se fortalecerá así como la sangre y defensas.
El Sílice así como el Calcio tan necesarios en nuestra sangre así como otros minerales se reabsorberán y asimilaran mejor.
Una personalidad por ejemplo Silícea cuando abusa de azucares se resiente su sistema inmune con recidivas de infecciones, frio en general, timidez, inseguridad(Agua/Riñón), pierde su capacidad para afrontar retos, etc.
El Hígado por ejemplo en Silícea está en vacío así como el Riñón (hijo del elemento Tierra) y el Corazón (madre del elemento Tierra), al estar en Vacío bloque todas los conductos de secreciones como pueden ser las vías altas, lagrimales, oídos. Falta Calor vital por lo tanto patologías Yin de frio se manifiestan permanentemente. Los huesos no se nutren y hay dolor y fragilidad.
Al estar dañado el Yin en Silícea se manifiesta con ruidos mentales como obsesiones, fobias, etc. falta Xue alcalina a nivel cerebral. En las Materias Medicas se ve como Silícea al faltarle nutrientes bloquea funciones y provoca un estado de rigidez emocional y físico.
Tratamiento: Nutrir Jing, equilibrar Yin y Yang con dieta, ejercicios de Qi Kung, Tai Qi, Yoga, Homeopatía constitucional.
Autor: Concha Martínez Martín.